domingo, 1 de junio de 2014

LA VIDA, LA MUERTE

La vida después de la muerte duró lo que vive el hamster que adoptaste, la muerte después de la vida cayó como una granada sin avisar.
La primera muerte fue cubierta de una larga agonía, la segunda segunda llegó sin dar tiempo a respirar. Y qué es mejor? morir en agonía o morir de golpe? Al primer pensamiento, moriría sin avisar, casi sin sentir; la segunda decisión sería morir luego de la agonía, la agonía da tiempo de pensar, da tiempo de decir adiós, de resolver asuntos pendientes, cerrar los libros. Al morir de golpe la ultima vez pasé a ser como ese fantasma que arrastra cadenas, que camina errante, buscando respuestas que ayuden al alma a descansar en paz.

Tal vez fue un error matar la muerte, porque la vida después de la muerte duró tan poco, porque sólo fue un alargamiento de la enfermedad, como ese cáncer que crees que venciste y regresa para matarte una vez más, reforzado y quedas sin la posibilidad de defenderte, cuando tu cuerpo, tu alma y tu mente están tan maltratados que tienden a ser vulnerables, a tener las defensas tan bajas que podrías morir al más pequeño tropiezo.

Fueron exhaustos y en vano los intentos por revivirme, porque ese electroshock que me devuelve a este mundo me da la felicidad en los labios unos días, a veces un par de meses, y luego muero una vez más, otra vez y otra vez, tal vez sea que morí para siempre.