miércoles, 6 de noviembre de 2013
Lo "Extraño"
Lo extraño es pensar en no pensar, lo extraño evitar la calma de no sentir y empezar a hacerlo sin mucho dudar. Lo extraño es cuando desapareces, lo extraño es cuando creo q te pierdo... Lo extraño es que luego vuelves y entonces respiro, sonrio, te miro... y lo extraño es que te extraño.... Lo extraño es q te tengo y tengo el horror de no tenerte... Lo extraño es perderme en tus ojos con la noche clavada en mis neuronas, lo extraño es estar contigo a solas..., lo extraño es embriagarnos, amarnos, perdernos y reconocernos, lo extraño es el panico, lo extraño son los secretos que en las noches de extrellas drogadas soltamos sin pensar, lo extraño es q te adoro, lo extraño es que tu a mi... lo extraño es q me muerdes, lo extraño es q me dejo... Lo extraño es que escape de casa, lo extraño es que no me atrapen... Lo extraño es tu voz y la mia haciendo armonía... Lo extraño es que yo se y lo extraño es no saberlo... lo extraño es tu mirada alucinada, lo extraño es tu sonrisa... lo extraño es q asusta, lo extraño es que me gusta. Lo extraño es hacer cosas q con nadie hice jamás, lo extraño es tu andar, lo extraño es mi calma, lo extraño es ser diferentes, lo extraño es ser similares..., lo extraño es beber fernet, lo extraño es el momento del despues, lo extraño es dormir... lo extraño es que a tu lado me quede dormida, yo que nunca duermo, sin susto...
Hay que huir....
hay q huir?
a ese lugar arcano de viejos tiempos q tu no sabes.. aclarando q mis momentos son nuevos...., hay q huir sin decirle a nadie.... para q nadie nos busque.... para q nadie nos encuentre.... y seguir como secreto lejano...
hay q huir al perfecto lugar de la nada... y ser solo piel... solo miradas... solo voces q se pierden en el cielo estrellado de un lugar q obviamente no es aqui...... solo momentos, hay q huir para convertinos en pasado?.... sin pensar en presente... sin pensar en futuro... mientras vamos cayendo en el termino de lo pluscuamperfecto...?
alaaa... como muero por huir... y no ves... no ves... no ves.... .... q en la más pequeña oportunidad huiría... no ves... no ves... q te dejo todo sin pensar nada... no ves.. no ves... q en estos momentos de locura extraordinaria solo no estoy pensando... solo soy.. y nada más..
a ese lugar arcano de viejos tiempos q tu no sabes.. aclarando q mis momentos son nuevos...., hay q huir sin decirle a nadie.... para q nadie nos busque.... para q nadie nos encuentre.... y seguir como secreto lejano...
hay q huir al perfecto lugar de la nada... y ser solo piel... solo miradas... solo voces q se pierden en el cielo estrellado de un lugar q obviamente no es aqui...... solo momentos, hay q huir para convertinos en pasado?.... sin pensar en presente... sin pensar en futuro... mientras vamos cayendo en el termino de lo pluscuamperfecto...?
alaaa... como muero por huir... y no ves... no ves... no ves.... .... q en la más pequeña oportunidad huiría... no ves... no ves... q te dejo todo sin pensar nada... no ves.. no ves... q en estos momentos de locura extraordinaria solo no estoy pensando... solo soy.. y nada más..
domingo, 29 de septiembre de 2013
El Ultimo Angel.
Capítulo I
Y Entonces... Un Sueño
El nauseabundo hedor
que emanaba del suelo, el montón de basura, regada por las calles ya no
sorprendían mis sentidos, ni siquiera lo hacían el montón de bultos plomizos
que vagabundeaban ebrios entrono al parque, volvía cansado ese viernes a las
tres de la mañana luego de aquel concierto heavy metal, al que había asistido
en un bar poco concurrido de Barranco, y al que sólo fui por curiosidad, por compromiso;
era la banda de un sujeto buena onda que concía hacía algunos años, los tiempos
ya estaban demasiado violentos como para echarle más leña al fuego.
Me introduje en
aquella selva repugnante para sentarme en una de las pintarrajeadas bancas de
cemento, descanso que fue interrumpido en cuestión de minutos por aquellos
jodidos ladronzuelos a los que comúnmente llaman pirañas, los cuales se
apoderaron de la banca extendiendo sobre ella una mugrienta cobija debajo de la
cual pasarían esa helada y húmeda noche decorada por la cruel neblina de julio.
Seguí mi camino, estaba ya muy cansado, resolví sentarme en la grada de una
vereda y me prendí un cigarrillo mientras perdía mis ojos indiferentes en el
grupo de pelanduscas que puteaban cerca a la zona oscura donde los carros
brincaban cual ranitas juguetonas, entonces recordé que había olvidado escribir
el cuento infantil que debía entregar ese mismo día a segunda hora para aprobar
el curso de redacción y es que estudio literatura, y es que en esos tiempos recuerdo
andaba por tercer año, y por supuesto formaba parte del resucitado
clandestinamente, club de escritores bohemios "Grupo Z" que era
famoso por el alcohol, el sexo, las drogas y los encantadores recitales que
emergían ardientes de toda lava de placeres carnales como ángeles.
Y fue entonces cuando
la vi, me habían hablado de ella, pero nunca le había mirado el rostro, estaba
con una casaca Adidas negra unos jeans rígidos, y su pelo, que era negro, más
que mi pasado, la observé estúpido, deslumbrado por sus ojos que eran del mismo
color que el cielo de Lima, "esta ciudad tan horrible" y esa boca
color fresa que me invitaba a comérmela completita. Decían que siempre andaba
vagabundeando por donde nunca la esperas, que estaba recontra "coca-cola"
y que sólo atinaba a pararse frente a ti y mirarte fijo a los ojos, y vaya que
esa madrugada fue mía, y se me escarapeló la piel, sentí como un cosquilleo
nervioso en la panza y me excité como nunca en mi vida, sentía como la
adrenalina me recorría volviéndome loco, y ella pálida, fría, con esa belleza
extremadamente romántica que sólo pocos somos capaces de idolatrar y... si era
lo que soñé toda mi vida; y me habían hablado de ella, pero jamás creí que
fuera tan perfecta, lo único que pasaba por mi cabeza en ese instante era la
idea de partirle la boca de un beso y hacerla mía.
-"hola" le
dije, sin conseguir respuesta, sólo conseguí observar su carita de espanto, y
yo continuaba estúpido, perdido en su mirada color panza de burro, y quería
lanzarme sobre ella y abrazarla con todas mis fuerzas, para vivir ahogado en su
expresión angelical, nunca le habían hablado, y decían que ella no hablaba, o
tal vez buscaba quien lo hiciera.
Y la niña era linda,
tan linda… Lo que había soñado toda mi vida y yo seguía estúpido, tan estúpido…
– ¿Estás
bien?–Pregunté y ella se escabulló entre asustada y desconcertada, seguía yo
sin creer haberla visto donde nunca creí encontrarla, en Barranco, ¿cómo?, Y
ella llevaba cursos en el centro cultural de mi universidad y jamás la había
visto… Esto debía ser cosa de Dios... o del Diablo.
Llegue al
departamento aquella noche recontra inspirado y dedicándole mi cuento a ese
ángel que conocí, y tratando de componer la mejor historia que en mi vida haya
escrito jamás, aterrado y encaramelado con mi obsesión aquella madrugada decidí
amarla, si era mi sueño, mi más oscura aspiración.
A la mañana siguiente
corrí al centro cultural a la hora que me dijeron haberla visto y la busqué
como un loco por todos los salones, hasta el último rincón y entonces la
encontré, en un cuartito dentro del salón de escultura, rodeada de todas sus
artes modelando una mujer gato en arcilla, " ¡Ay! ¡Mi ángel! ¡Mujercita
hermosa!" La vi de lejos para no asustarla y me acerqué lentamente al
más mínimo sonido ella se espantó y me clavó los ojos entre aterrada e iracunda
" lo siento" y le sonreí, y ella no me quitaba los ojos de encima
" pedacito de ébano". Su ligero cerquillo cayó sobre sus ojos que
brillaban como "el reflejo del sol sobre un lago en un día de
verano".
“oye– trate de
iniciar el parloteo– te vi el otro día, en Barranco" " Ah… ¿sí?"
Sin suerte, se apresuró a guardar sus cosas, lo hizo como en cinco segundos y
se corrió como alma que lleva el diablo, a las justas y pude decir "
¡chao!" Sin más respuesta que su mirada odiosa.
¡Oh Dios! Vaya que no
podía parar de pensar ella. Extraña, tan extraña y tan bonita, era lo más
hermoso que había visto en mi vida, tan pura princesita de un cuento arcano,
quiero tu alma.
No vacile ni por un
instante en buscar entre sus estatuas toda aquella información acerca de
ella: Paloma, Paloma es una chica que
ama a los ángeles, Paloma es una chica que ama a los gatos, Paloma es una chica
que pinta cuadros raros y surrealistas, Paloma es una chica a la que no importa
manchar sus manos, Paloma es una chica que consume... ¿valium?, Paloma es una
chica que toma ¿antidepresivos? Loca… (Y no dudé en sonreír, ni por un
instante) tomé su pastillas y salí corriendo a buscarla, tal vez eran
importantes, mas no la hallé.
¡Loco! ¿Qué hay?– ¡Roco!
¿En qué andas?–Naaa aquí en música– Ah, manya– ¿y eso?–De una chica, se las
olvidó, la estaba buscando– wou! Aquí hace falta un psiquiatra ¿eh?– Seee…–
¿y de quien hablamos?– de la chiquita
ésta de ojos claros– ¡ah! La (hizo una seña de loca) "loquibambi"–
seee...– Ya huevón deja esa cojudez tuya de meterte con rayadas, ya sabes cómo
va terminar esto– na..., esta vez es diferente– si claro– ¡ja! (seguí mi
camino).
Y entonces un
recuerdo atropello mis pensamientos: Escuche su voz... Y decían que ella nunca
hablaba: "Ah... ¿sí?"
"¡Mágica musa
encantadora! tu alma es arisca, y tus manos tan blandas, Mágica musa de labios
tan rojos, del color de las fresas, de pelo tan negro de aura tan blanca,
llévame contigo a donde vayas, creí verte danzar como un fantasma flotando
sobre un mar de neblinas , como el sueño más maravilloso que tuve en la vida,
envuelta en un ligero tul, casi desnuda, ¡diáfana!, ¡ser alado! como el más
hermoso de los ángeles, creí soñar tus ojos de hielo clavados en mi pupila,
apuñalando mis visiones, nublando mis pensamientos, creí vivir tu piel
navegando sobre mi cuerpo, creí dibujar tu cejas de carboncillo sobre el lienzo
de mi universo, creí ahogarme en tu expresión de ilusiones , creí sentir tus
pestañas acariciando el viento y creí perderme en tu pelo, mientras giraba,
eterno."
De pronto..., la
sonrisa se hizo más grande en mi cara, al verla regresar al centro cultural.
Ella sabía que se
estaba olvidando de algo y la seguí nuevamente hasta el salón de escultura, al
pequeño cuartito que había hecho suyo, y la observé desesperada, ansiosa
buscando su medicina, casi al borde de las lágrimas, y yo... jajá... con una
pose de personaje de caricatura me apoyé en el marco de la puerta, a media
sonrisa y a contraluz, "¿Esto es tuyo?" y hacía girar la bolsita de
sus medicinas, ella sintiendo mi presencia...
-"... Soy Tomaz..."- se abalanzó sobre mi quitándomelas y sin
decir nada: Se fue; caminado un poco despacio, un poco aprisa. "¡oye
espera!" tardé en reaccionar...
"¡Oye tú!"
escuché una voz ronca, imperativa viniendo de un rincón oscuro dentro del
salón, se trataba de un anciano de pequeña estatura, calvo y de barba y cejas
blancas, sólo atiné a decir: "¿ah?", "¡¿qué no te da vergüenza?!"-
"¿a mí? ¿Qué?" - "¡Andar molestando niñas!" - "pero...
yo no la estoy molestando señor" - "¡pues más te vale, siempre hay
alguien que intenta molestar!,... qué barbaridad, los jóvenes no tienen respeto
por la enfermedad de las personas, la pobre que viene porque esto es parte de sus
tratamientos y estos..." (Murmuraba a regañadientes), pero este era el
momento de ponerme serio, no podía permitir ni un sólo malo pensamiento acerca
de mis intenciones hacia Paloma, ni siquiera de este anciano que parecía saber
algo de ella. "oiga..."- "¡profesor Asiani para ti!"
requintaba enfurecido "... ah... si disculpe usted, profesor Asiani, yo no
quiero molestar a Paloma, sólo quiero ser su amigo"- "está enferma,
es muy talentosa... es mi alumna más talentosa..." - "¿qué
tiene?"- "mmm... es como si estuviera completamente fuera de la
realidad..., para ella tú no existes, no eres más que un figurín"-
"vaya..., tendré más trabajo del que pensaba, adiós" salí del salón y
ella ya no estaba, entonces, decidí volver al departamento.
Capítulo II
El Extraño Loco
Allí, donde todo era
caos, no necesariamente por mí, por supuesto, convivía con Gonzalo (mi gran
amigo de la infancia, y el único que me quedaba, por cierto) y sus cuatro
gatos, (mamá gata y sus tres gatitos) quienes por supuesto colaboraban muy entusiasta
y arduamente con el desorden en el lugar (obviamente incluyo a Gonzalo en este
grupo), pero no me importaba, seguro Paloma amaría a esos gatos, y vivir con
Gonzalo me significaba una grata compañía, por eso casi ni le cobraba la renta
del espacio, apenas y le cobraba el teléfono y la comida que era con lo que
siempre acababa, a demás, sé que él no tendría el dinero suficiente para pagar
ni la mitad del alquiler. Y al llegar lo encontré durmiendo, en mi sofá de
cuero blanco boca arriba, con la baba por el suelo y un vaso descartable de
gaseosa como esos que te dan en los locales de comida rápida.
-"¡Gonzalo,
despierta!, le hablé"- "¿ah...?, de quien hablas Tomaz" decía
aun somnoliento y desubicado "de la chica de Barranco" "Ah, ¿si?
vaya... pues bien por ti amigo, sigue así" decía acurrucándose en mi sofá
de cuero blanco para continuar con su siesta y yo lo observaba extrañado,
entonces reaccionó "¡Ah! es verdad ¿qué hora es?" - "pues...
como las cinco" - "rayos, había quedado de verme con Paris, a las
cinco y media" decía apurándose en levantar mientras yo lo observaba
sonriendo" oye-continuó- discúlpame Tomaz, hablamos más tarde, traigo
prisa" - "sí, claro no te preocupes, oye que no te vas a duchar"
- "¿con el tiempo que me queda?, ah... con un poco de perfume basta, (me
reí) chau" - "ciao" quedándome en ese departamento vacío.
La verdad es que a
veces me sentía bastante solo, y no iba a volver a casa, mi madre se dio por
vencida, cuando vio que por nada del mundo me iba dedicar a los asuntos de la
fábrica, y que me iba a dedicar a la literatura sin importarme tener que
estudiar en una universidad del estado (que como todos sabemos, siempre están
en problemas), el viejo es un tipo duro, siempre en sus cosas, pero es buen sujeto, y Sandra
mi hermana, pues... ella es... algo superficial, y espero que ella sí siga los
pasos de mi madre o me veré metido en graves problemas. Bueno, aunque a estas
alturas de mi existencia, cuanto podría realmente importar meterme en problemas
con mi madre.
Que estaría haciendo
mi Paloma ahora... me eché a dormir esperando soñar con ella, y por supuesto
nada paso, como ocurren con todos mis deseos, que de pronto es como si no
existieran; ¡Ja!, que irónico, como yo para Paloma...
A la mañana siguiente
desperté con el ronroneo de un animal en mi oído, había dormido tanto... y
Gonzalo saltó sobre mi cama con un par de tazones de cereal y yogurt, y
parecerá extraño, yo... a mi edad... "oye, me sentí tan culpable por
dejarte ayer con la palabra en la boca que me di la molestia de preparar hoy el
desayuno" - "¡caramba!, ¡que sorpresa!, oye Gonzalo gracias, ya era
hora de que hicieras algo aquí ¿no?" (Exclamé sonriendo, Gonzalo era como
mi hermano menor, era como un niño, de hecho era un par de años años menor que
yo) "Jajá, pero no te acostumbres, bien ahora dime, me preocupé por ti,
dormiste mucho" - "Nada, estoy bien, sólo estaba un poco
cansado" - "'¿un poco? ¡Dormiste 14 horas!, quise enterrarte pero, ya
sabes, aquí no hay jardín" - "payaso"- "¿qué me decías de
la chica de barranco?"- "le hablé"- "¿cómo se llama?” -
"Paloma, bueno en realidad no fue que digamos la-conversación, ella no
habla, no dice nada" - "y entonces..." - "es que escuche su
voz, y decían que ella nunca hablaba" (comentaba mientras comía)
"entonces, eso era mentira" - "no, el profesor de escultura del
centro me dijo lo que pasa con ella, dice que es parte de su tratamiento
psiquiátrico estar ahí" - "entonces sí está loca" - "sip,
pues eso parece" - "¿y qué tiene?" - "pues no lo sé
exactamente pero, es como que estuviera completamente desconectada de la
realidad" - "entonces tiene una enfermera"- "pues yo no vi
a nadie" - "si está así de enferma como dices... yo no creo que ande
sola" - "ahora que lo dices y lo pienso, creo que tienes razón, debe
habérseme pasado algo" -"sí, oye y de verdad estas interesado en
ella, esto no es sano Tom, deberías reconsiderar" - "si la vieras...,
yo creo que tal vez sea cuestión de regresarla al mundo real" -
"Bueno, tal vez permanezca ahí porque su realidad no es agradable, si la
regresamos, tal vez... sería maldad" - "no te preocupes, su realidad
a mi lado será feliz" - "ya es demasiado tarde para decirte que no te
involucres demasiado" - "ajá" sonreí -"¡jajá!, creo que el
loco sí eres tú" -"Vamos a buscarla el lunes, acompáñame"
-"¿¡qué!? -"sí, quiero que la veas, vamos Gonzalo, me debes una"
-"oye... está bien, pero sólo por esta vez" -"ok!" Exclamé dándome
por ganador.
Ese día me la pasé
pensando en ella como era de esperarse, viniendo de mí, jaja, había salido con
muchas chicas antes siempre en busca de algo especial, y gracias a mis
numerosas, aunque cortas, aventuras me había metido en mil y un problemas, y
por eso lo de "loco", porque decían que siempre me metía con rayadas
sin medir los desastres, pero era obvio para mí que con Paloma no me estaba
equivocando, creo que -comparando a las anteriores con ella- aquellas no eran
más que un montón de cojudas tratando de llamar mi atención. Y lo digo así
porque en cuanto se enteraban que buscaba a alguien diferente se disfrazaban de
freaks, o de rebeldes sin causa que decían tener problemas inexistentes, drogándose,
alcoholizándose, entrando en supuesto pánico, luego lloraban y rompían algo,
con frecuencia cabinas telefónicas y botellas de wiski (etiqueta negra y bien
caras que me salían), y ¿por qué salía con ellas?, pues no me juzguen, sólo
tenía la esperanza de encontrar en ellas algo especial, y la verdad estaba un
poco desesperado con encontrar a ese amor, que ahora, luego de tantos años, sé
que si algo se parecía al amor, eso debía ser lo que me pasó con Paloma que
cada vez que pienso en ella no puedo evitar sonreír, y creo que, aunque suene
un poco raro, era el hecho de que viviera en la luna lo que me atraía de ella:
saber que pensaba, que sentía, como era que ella me veía, me vería como soy físicamente
en realidad o me vería con alas, o con capa y turbante, tal vez gigante, o
diminuto, no lo sé pero, tengo la certeza que su capacidad de alucine era
inalcanzable, y si hablaba de volverla a la realidad, en realidad, era sólo
para que ella entendiera de mi existencia, y ser yo con todo lo que le podía
dar lo único real en su vida, sí lo sé, ¡egoísta! ¡debía ser un ser horrible!,
pero ella debía permanecer así, intacta porque de curarse, la realidad le
pudriría el alma por contagio de la peste social, a la que ella es inmune por
naturaleza, y tal vez incluso hasta convirtiéndose en una cojuda más, pero
esperaba de todo corazón que aquello nunca llegará tan al colmo de la
estupidez; y no es que guardara recelo contra mis exs, es sólo que es la pura
verdad, porque decir que fueron lo máximo o lo que siempre quise, terminando el
comentario con el clasico: "pero no funcionó" quedaría yo como un
cojudo dejándolas, esas eran demasiadas mentiras, y a demás ellas ya se habrían
de haber llenado la boca hablando mal de mí, ¿para qué subirlas a un pedestal
de cartón reciclado?, no.
El lunes por la
mañana salí junto a Gonzalo en busca de Paloma, y por supuesto la encontré.
-"Ten cuidado
con lo que haces Tomaz, recuerda que si la asustas mucho ella ya no querrá venir
a tratarse aquí y entonces la perderás" -"sí" entonces ella giró
y le pude ver el rostro una vez más para, por supuesto, quedarme estúpido por enésima
vez -"Vaya Tomaz, tenías razón, es muy bonita" -"¿qué
hago?" -"ve e intenta hablarle, yo iré a ver quien la cuida"
-"ok, ve" dije muy bajo acercándome al cuartito del salón de
escultura. Ya en la puerta decidí no hablar ya que esa no era la forma con ella
y sólo me paré a su lado, tomé un poco de arcilla y me puse a hacer cualquier
cosa y o sorpresa, ella no huyó. Incluso empezó a sentir cierta curiosidad por
mi presencia, parecía haber olvidado haberme visto antes, siempre me miraba
como si se tratara de la primera vez, me miraba sin parar y yo fingía
indiferencia a ver que sucedía, y no sé si lo que quería era comunicarse
conmigo o golpearme por infiltrarme en su espacio.
Ella se paró frente a
mi observando lo que hacía, se sentó en una banca y apoyó sus codos sobre sobré
la mesa y su carita linda sobre las palmas de sus manos perdida, soñando con
quien sabe que cosas, y por supuesto, no decía nada. Tenía que actuar con
sabiduría: Hice con la arcilla un ratón, que era lo único que sabía hacer, y lo
empujé hacia ella; y ella no reacionó mal, incluso puedo decir que ni siquiera
reaccionó, lo siguió mirando, talvez imaginando algo hacerca de él, entonces se
me ocurrió fabricar un gato, que lo hice basicamente igual pero, con las obvias
diferencias de las orejas, esperando por supuesto que ella note aquellas
diferencias. Se lo entregué y ella sonrió, ¡una respuesta! y yo le sonreí,
cruzé mis brazos sobre la mesa y me apoyé en ellos para mirarla mejor. Ella
tomó los inanimados personajes que le había creado y les dió vida mágicamente y
creo que sí notó la diferencia, entonces algo alucinante ocurrió, ella me miró,
fijo a las pupilas -¡mi princesa!- y creo que me metió en su universo personal
en ese instante, porque ella se paró y apoyando sus pequeñas manos sobre la
mesa, se inclinó hacia mí, dándome un beso en la frente. Son inexplicables las
emociones que tuve en ese momento: volaba y caía y no sabía si reir o llorar y
mi cuerpo se decidió por las dos pero, no quería asustarla. Mi dulce niña. Y
ella seguía sonriendo, creo que sí me metió en su cabeza; y tapó con sus manos
mis ojos que habrían de haberla deslumbrado ya que imagino, en ese momento,
brillaban por mil.
En ese instante
Gonzalo apareció: "¿Tomaz?" dijo bajito al observar aquella
emocionante escena; como era de esperarse, Paloma se hizo para atrás porque se
sintió amenazada por aquel ser que le era desconocido, le hice una señal a
Gonzalo para que no se acercase más y él se detuvo, Paloma se calmó, tomé un
plumón negro y sonriendo suavemente quise escribirle algo en un papel, pero
ella me tendió su brazo, entonces: ¿qué era lo que ella quería?, ¿qué le
escribiera en su brazo?, y bueno pretendí hacerlo y ella se dejó: "Eres
Lindísima" su piel era lo más suave del mundo, indescriptible. Me paré
y me fui junto a Gonzalo y la dejé observando su brazo.
-"Tomaz, ¿qué
diablos fue eso?" preguntó Gonzalo feliz -"No lo sé pero, sentí que
tocaba el cielo, oye pero, dime que descubriste" -"Nada, nadie se
hace cargo de ella, parece que es capaz de desenvolverse sola, como saber de
memoria que bus tomar y saber exactamente donde bajar y cuanto pagar"
-"tal vez la recogen, ¿cómo lo sabes?" -"le pregunte al
guardia" -"o tal vez nadie se preocupe mucho por ella" -"o
tal vez siempre haga lo que quiera, ¿no me dijiste que la primera vez la viste
de madrugada en barranco?" -"sí" -"lo vez, se escapó, tal
vez suela hacer lo que quiera" -"tienes razón"
Llegando al
departamento ese día luego de mis clases decidí que mi cuento se convertiría en
algo más grande, como era ella.
Capítulo III
Conflicto I
Mis días eran algo
confusos, toda mi vida lo habían sido en
realidad; demasiado desorden, demasiado sexo, demasiadas drogas y demasiadas
experiencias; y no voy a decir que me arrepiento, sería mentira, en realidad agradezco
haberlas tenido, pues fue entonces que descubrí tanto sobre mí: Mi locura, mi obsesión
con todo lo extraño, hipersensibilidad, mi asexualidad, la cosa rara por la que
no podría volverme adicto a nada, todo eso en mí, dando vueltas al lado de mi
insomnio insoportable, cómplice de mi jodido sentido de la fantasía, que no
para, que no descansa jamás ni, incluso cuando consigo dormirme. Como dije
antes, yo había estado con muchas mujeres, todas ellas sin exención, rayadazas
que me habían metido en mil y un problemas. Ellas decían: "eres un pata
simpático" o se me acercaban en la fiesta de algún pata y a los dos minutos
ya estábamos agarrando en alguna esquina de la casa o de la calle y a los cinco
tirando en mi departamento, porque siempre fui demasiado paranoico y jamás me metí
en un telo por la idea -tal vez absurdamente exagerada- de creer que había por
ahí alguna cámara escondida y que luego encontraría mis sesiones amatorias -que
eran arduas y rendidoras, por cierto- en “El Hueco” en las versiones de
"Telo Cholo" o algo así. Pero debo confesar que por supuesto eso no
siempre había sido así, de chibolo no le
era tan atractivo al sexo opuesto, que recién descubro que la posibilidad de
aquella realidad sería el echo de que solía fijarme en chicas normales, o sea
ya saben: las clásicas, las que les gustan a todos, y tal vez también les podía
parecer simpático, pero era obvio que estar conmigo era una idea que
definitivamente no existía en su pequeña cabecita de primero de secundaria...
"oye, me gustas, quieres ser mi enamorada" - "¿¿ah??, este...
ya" - a las dos horas- "oye, no... no quiero estar contigo, es que a
mi me gusta Diego" "ah... ok está bien... pero, y por qué yo
no", "es que... tú eres como que un poco raro, o sea eres muy lindo
¿ya? pero, no sé, no te juntas con nadie, y yo paro con el grupo de Kathy y
como que no es ¿no?" - "ah". Ay... aquellos tiempos, claro que
una vez me ligó, a los catorce y con una chica de otro cole que no conocía mi misántropa
realidad, pero de echo no funcionó, fue ahí cuando me di cuenta de que lo mío
no iba por ese lado, y podrán entonces comprender al igual que yo tantas
cosas... se llamaba Kiara: era la más bonita de su promo (aunque no estaba tan
buena), y la más popular por supuesto, la conocí en el bingo de su cole, ella
bailaba la música que estaba de moda en esos tiempos con sus amigas y yo me
acerqué como el grandísimo irreverente que soy, la jalé de la mano y la hice
bailar conmigo, prácticamente a la fuerza, lo que al parecer le gustó, al
término de la canción ya me había contado toda su vida y yo le había contado un
montón de mentiras y nunca paró de sonreír, despidiéndose de mí me pidió que la
recogiera del cole cualquiera de esos días, y yo le dije que lo haría y claro
que lo hice, ella se reía y sus amigas iban detrás y ya comenzaba a sentirme
algo extraño, entonces divisé a un ser fuera de este mundo, esa niña que
caminaba despacio y bastante distraída, con el pelo nigérrimo cayendo sobre sus
ojos, mirando al suelo, oscura, como un fantasma al que nadie parecía
prestar ni la más mínima atención.
"¿quién es ella?", "¿quién?", "La chiquita de ahí, la
de la mochila gris ", "ah... es de quinto grado, no es nadie, no es
importante" continué mi camino sintiéndome extraño, una de sus risueñas
amigas que parecía muy atenta a lo que decíamos dijo desde atrás: "es de
primaría, es retardada creo, por eso para sola" "¿ah? ¿sí?"
"entonces no entiendo que hace estudiando en nuestro cole -añadió kiara-
hay colegios para ellos ¿no?" "No es retardada - dijo otra incluyéndose
en la conversación- es autista", "¿qué es eso?" preguntó Kiara
con aires de boba "cuando estas completamente fuera de la realidad y vives
en tu mundo interno" respondí sabiendo casi nada en realidad acerca de
aquella enfermedad, de echo la niña no era autista, ellas sólo buscaban
burlarse de alguien delante mío para hacer sentir su superioridad. "que
lorna ¿no?" y estalló en risa junto a sus amigas, yo sólo pensaba en lo
bonita que iba a ser de grande esa niñita, deseando tener su edad y conocerla.
Una semana después me invitaron a una fiesta en la casa de una de ellas, en La
Molina en el que Kiara estaba asadasa conmigo porque no me mezclaba con sus
amigos y la jalaba hacia mí alejándola de sus amigas: y me justificaba diciéndole
que no me vacilaba juntarme con chibolos y ella se asaba más, entonces caí en
la cuenta de que a mí las fiestas no me atraían en lo absoluto y de que
mientras que yo pretendía conocer a Kiara más a fondo ella, lo único que
quería, era besarme en frente de todas sus amigas, y por supuesto también de
sus enemigas, preocuparse por bailar sexy, lucir perfecta, que yo luzca
perfecto, y salir en todas las fotos. Le resulté tan apático que me terminó esa
misma noche.
Sinceramente yo jamás he tenido corazón para
terminar con nadie, la verdad es que siempre fui demasiado bueno y las chicas
con las que salía siempre terminaban aburriéndose de mí, "eres demasiado
bueno para mí" dijo una, una vez, se llamaba Julieta y fue la primera
rayada con la que me metí; tenía yo quince años y ella catorce, era amiga de
uno de mis patas músicos de aquellos días, cuando yo era vocalista en una banda
de tributo a Oasis, que por cierto estoy escuchando en este momento, ella venía
siempre a los ensayos, y conversaba con Gonzalo -quien, a propósito, estuvo
muchas veces acompañándome en estas peripecias- hasta que acabábamos. y me
lanzaba miradas desde su asiento y yo le correspondía como si le dedicara cada
una de esas canciones. Para que negarlo, Julieta fue mi primer gran amor porque
fue la primera que, sin querer, me engañó.
Yo juraba que por fin
había encontrado a alguien con quien dejaría de sentirme extraño, ella era de un
aspecto gótico que me resultaba bastante atractivo, tenía el pelo rubio, los
ojos verdes, labios muy bonitos, era muy delgadita y de piernas largas (era
además infinitamente más bonita que Kiara y que la primera chica que me choteo
cuyo nombre ya no existe en mi memoria) y era tal vez el echo de que parara en
un grupo en el que ella era la única chica, y que se quedaba con nosotros en
los ensayos y las tocadas, a veces hasta muy tarde, era su exceso de libertad,
y el que aparentara una cierta imagen de descuido e independencia lo que tanto
me gustaba. Salimos, fue frente a un bar en Barranco cuando nos besamos la
primera vez, antes de una de nuestras tocadas, y le dije ese día que mi
concierto sería para ella, y ella sonrió, lo que la hacía parecer una farsante
detrás de ese look dark que siempre llevaba a las tocadas.
Recuerdo que nos
gustaba mucho, a toda la banda, ponernos a tomar ron con coca-cola en el parque
Castilla en Lince, donde habían unos juegos para niños que tengo entendido que
ya no existen, y ella, por supuesto, nos acompañaba: sentados en los columpios,
hablando de morir, ella siempre hablaba de morir y fumaba marihuana y se reía,
y yo sólo la miraba, mientras todos los demás se reían con ella. Al mes los
problemas se vieron llegar, precisamente porque lo cumplimos, cumplimos un mes
y yo no le di lo que esperaba. Julieta había sido mi primera enamorada enserio,
bueno en realidad la única que había tenido hasta el momento en que encontré a
Paloma, todo lo demás en mi vida -antes
y después- no habían pasado de ser, como decían los de antaño un
"choque y fuga"; y pues yo supuse que estaba siendo el mejor
enamorado del mundo, la llevaba a su casa, le compraba helados, caminábamos de
la mano, le decía lo linda que era y le hablaba sobre lo bien que olía su
cabello -cosas que con Kiara no me nacían, tal vez porque con Julieta era algo
más que físico- pero, al parecer, eso era algo que Julieta no soportaba,
"tal vez por falta de costumbre" pensé en ese momento, que no hubiera
tenido porque ser una sorpresa, es decir, pasaba tanto tiempo con chicos, que
hubiera sido normal que esas muestras de cariño le hubieran parecido un poco cursis,
pero resultó que no era por eso; ella quería mucho más que lo que una casi niña
de su edad hubiera deseado, y no tenía mucha idea de como pedírmelo porque, en
esos tiempos, la gente no era tan abierta. Cuando cumplimos un mes la bomba
estalló. La había llevado a la playa porque le tenía preparada una sorpresa,
era de noche, y se supone que bajaríamos a la playa a una cena romántica con
velas y todo, ¿la especialidad de la noche? ya no recuerdo (en realidad ya no
recuerdo mucho de nada, en cuanto algo deja de importarme lo olvido casi
completamente, digamos que lo que tengo son: recuerdos en bruto.) ella se sentó
en la arena, con los ojos vendados, con su sonrisita fingida, debí pensar que
no le iba a gustar mi sorpresa, no sé porque no aprendía la lección, pero en
ese momento entendí: Ella se descubrió los ojos y preguntó decepcionada:
"¿qué es esto?", "Sorpresa mi amor", "...¿esto siempre
va ser así? ", "¿qué sucede?", "¡respóndeme!",
"claro, sí" respondí pensando estúpidamente que era eso lo que ella
quería escuchar, porque pensaba que tenía miedo de amar y de que la dejaran o
algo así pero... "Tomy, ya no quiero estar contigo", "oye, no
pasa nada, vas a estar bien", "esto es demasiado, y yo no puedo
aceptarlo", "Juli, está todo bien", "¡No!, ¡Tomaz nada está
bien!", "que dices", "o sea, en realidad nosotros no somos
nada, que hacemos juntos, lo único que hacemos todo el día es darnos besitos y
caminar como un par de idiotas de la mano y nada" - "nada?",
"Tomaz, nosotros no tenemos intimidad, ni siquiera un previo, no hay nada,
tú me gustas y quiero estar contigo, pero si tu no quieres estar conmigo en serio
entonces yo tampoco" se paró y se dispuso a partir, no sin antes partirme
la cara en dos. Puta , yo sólo estaba siendo el perfecto buen sujeto que no
exige nada, que da todo y que sólo esperaba verla sonreír y ella sólo pensaba
en tirar!. Me paré y fui tras ella: "Julieta, ¿tú me quieres?",
"Tomaz tú me gustas, me atraes" "y si ni siquiera me quieres...
por qué...", "¿tengo que responder?", "Juli, yo... estoy
enamorado de ti, lo haría contigo sólo por eso", "No... no está bien,
no quiero hacerte daño" "Entonces que quieres, que lo haga contigo
sin sentir nada" "no, o sea, sólo quisiera que no fuera algo tan
importante", "Puta, eres una cojuda, ¡yo te respeto! y tu me pides
que no lo haga...", "bueno, esto no va a funcionar, adiós". Y
esa fue la primera vez que terminamos, pero claro en ese tiempo era tan idiota
y tan inexperto con las mujeres que creí había cometido un error. Me dedique a
sufrir lo indecible y a ser tan obvio frente a ella que, como es obvio, cayó en
la cuenta de mi depresión; hablamos y ella me dijo que tenía que dejar de tomar
todo tan enserio, le dije que ya lo había pensado, que ella tenía razón, que yo
me estaba comportando como un huevón y le pedí volver a intentarlo ella dudó
mucho pero, atracó jeje. Y a la media hora de ese instante, ya estábamos en mi
cuarto (porque ese día todos se habían ido) y sí, esa fue mi primera vez: ella
delirante y ebria y yo descubriendo los misterios de Eva.
No recuerdo más que imágenes
que van pasando, sus pechos, sus pequeños pezones rosados, las cicatrices en sus
piernas que decía eran de un accidente y que nunca creí, el sonido de su voz,
sus gemidos, su pelo rubio sobre mi rostro alucinado dejando pasar los leves
rayos del sol de la tarde, su risa, mi risa…sus verdes ojos clavados en los míos
que fácil brillaban como un millón de estrellas. Había pensado que si quería
volver con ella tenía que darle su gusto, y fue por eso que todo pasó, jamás
creí que me quedaría tan clavado, ¿será porque yo le hice el amor?, ella sólo
tuvo sexo. A partir de ese momento toda mi vida adolecente se fue a la mierda,
siempre he pensado que el sexo complica mucho las cosas, sobre todo cuando es
con amor, y aun más cuando sólo uno ama, Julieta tenía razón: si yo la quería
no debía hacerlo con ella, pero yo sólo pensaba en conservarla, yo vivía para
estar a su lado y ella sólo pensaba en drogarse, embriagarse y tirar, empecé a
sentirme extraño y me negaba esa sensación, no quería sentirme así con ella; el
problema era que ella, aunque no era muy normal, no pasaba de lo mundano, y me
tenía confundido, yo creía que ella podía ser algo más que eso tan pobre que en
realidad era, es raro como los polos opuestos pueden parecerse tanto siendo tan
distintos, como el odio y el amor; ella era lo que yo quería, pensaba; cuando
descubrí a Paloma entendí que si Julieta fue el odio, Paloma era amor. Una
madrugada de esas me invitó un porro, que no acepté pero, ella insistió mucho...,
dijo que lo iba a necesitar, me pareció extraña su insistencia y acepté, dije:
"bueno uno no me va a matar" y ese fue el primer beso de amor que
tuve con la hierba, y cuando ya estábamos volando muy alto me dijo:
"Tomaz, estoy embarazada" y se rió, yo me atoré "¡¿...?!"
"Voy a abortar, me he comprado una wevada, unas pastillas -dijo cambiando
a una brusca seriedad- lo siento, no lo quiero a él, y la verdad es que no te
quiero, lo intenté... de verdad lo intenté pero, no...", "¿embarazada?",
"Sí, pero no pienses en eso, piensa que nunca fue, piensa que ya no
existe, y piensa que nosotros tampoco existimos jamás, Tomaz eres demasiado
bueno para mi, yo no soy más que una maldita mierda, no te merezco, ya deja
todo aquí, no te hagas más daño, soy mala para ti, soy mala influencia, tu eres
un ángel, debes estar con alguien que como tú, espero algún día puedas
perdonarme" y ella se fue, absolutamente insensible. Después de esa
conversación lloré veinticuatro horas que dejaron sus huellas en los cuatro
cortes de mis muñecas. Nunca más la volví a ver. Debo decir que fumé marihuana
a esa misma hora todos los días sin falta, ni retraso, por cinco años, que fue
el tiempo que tardé en perdonarla: por matarme la vida, por cagarme el alma,
por robarme el amor. Y decidí olvidar todo porque entonces comprendí que
Julieta había sido un ERROR.
Luego de Julieta mi
perspectiva del amor se extinguió, por un buen tiempo sólo me dediqué a jugar,
a probar chicas, decía: "cualquiera puede ser la que busco y no lo sabré
hasta acostarme con todas" y viajé en un tur sexual, en el que probé de
todo -menos hombres, claro- tal vez en busca de algo que pudiera rellenar el
hueco que Julieta había roído en mi espíritu, me volví muy abierto a la idea
del sexo libre, incluso tríos. Gonzalo no me siguió en ninguna de estas
aventuras, él era más tranquilo. Busque en el sexo la forma de quitarme de
encima la depresión causada por la soledad pero, debo confesar que la felicidad
que me ofrecía el sexo sólo duraba lo que me duraba el orgasmo, entonces luego
me venía el bajón volviéndome miserable nuevamente, como cuando te drogas, así
era el sexo para mí. Descubrí entonces que el sexo no era algo que me atrajera
ni por un instante, descubrí que muy por el contrario me asqueaba, todo jode,
todo suda, todo huele, todo duele.
Capítulo IV
Depresión
A donde se fue mi
vida?, cuanto tuve que vivir para llegar a Paloma?, después de todas mis
experiencias caí en la realidad, y desde entonces todo en mi vida ha mejorado;
descubrí que no existe nada terrenal que me mueva el piso, descubrí que soy 90%
espiritual. Y tal vez por eso, a pesar de todo... Paloma.
Todos piensan que
estoy loco, que debería calmarme, que uno de estos días voy a terminar cagado,
que debería buscarme una chica tranquila, pensar más en consecuencias y menos
en el momento. Tal vez a ellos aquello les resulte pero, yo no puedo ni quiero
ir en contra de mis deseos, yo sólo quiero vivir.
Escribía alucinado y fumándome
un porrito en la terraza del departamento y Gonzalo pasaba una y otra vez observándome
a veces con lástima, a veces con cierto temor.
"Tomaz, no has
salido del departamento en toda la semana", "¿qué, ya pasó una
semana?" preguntaba creándole una duda entre lo incrédulo y lo irónico,
"sí -respondió en el mismo tono- Tomaz, no vas a la universidad, no
trabajas, no te bañas, no comes más que postres de la panadería que para colmo
los pides al delivery, porque ni siquiera te das el trabajo de salir por ellos,
y caramelos de limón y lo único que te he visto beber en toda la semana es café
y coca-cola y a demás te la has pasado fumando hierba, ¿qué, te has comprado
para todo el año o qué? oye, a demás, esa cosa apesta, los vecinos me están
jodiendo", "bueno, es que no encontré a mi proveedor de coca, siento
causarte problemas!", "¿qué te pasa?, ¿qué estás haciendo?, ¿estás
deprimido? déjame ver" dijo quitándome la lap-top con lo que no pude hacer
nada por la debilidad de mi cuerpo drogado y desnutrido. "Puta madre... ya
entendí, ¿qué carajos estás haciendo? le estas escribiendo a la huevona de
Julieta, carajo te haces daño, por qué quieres volver a todo esto, si ya
saliste y bastante que te costó", "yo no le estaba escribiendo a
Julieta, le estaba escribiendo a Paloma y comencé a analizar como había sido mi
historia con las mujeres y fue imposible no hablar de ella", "Tomaz,
te oí llorar, en la madrugada, ayer; tú eres como un hermano para mí, puta te
quiero pues ¿ya? y como comprenderás no puedo permitir que te caigas de nuevo,
así que te vas a levantar de esa hamaca, te vas a dar un duchazo y vamos a ir a
cazar pollitas, ¿ok?"- "¡no huevón! ¿qué no lees lo que dice ahí? yo
soy 90% espiritual!, ¡el sexo no me interesa ni por un instante!"-
"sí, ya vi, pero eso no va a pasar, sólo iremos a tomar tragos con unos
patas y a conocer chicas, te lo prometo".
Y así fue como salí
por unas horas de mi mundo interno para ir al "Sargento Pimienta" el
sitio de siempre.
Como dijo Gonzalo
conocimos a un par de chicas, amigas de unos patas de él, y que para que
negarlo estaban muy buenas, aunque jamás llegarían al nivel de diosa, porque a
esa altura sólo volaba Paloma.
Una era rubia -la mía-
y la otra -la de Gonzalo- castaña y las dos tenían los ojos claros, tenían
veinte años, grandotas de 1.75mt mas o menos y bastante mandadas, decían que
estudiaban en la de Lima y que modelaban, bla bla bla, y rajaban de como ahora
cualquiera creía que podía modelar, bla bla bla y claro también tenían su lado
humano benevolente "pero, creo que más que cara y tamaño se trata de
imponer una presencia", "claro que el 80% de esa presencia se basa en
la cara y la talla", "jaja" bla bla bla, estas cojudas no saben
hablar más que de sus hobbies, recordé entonces como eran las salidas con estas
huevonas, mucha parla, mucho trago, poca inteligencia y buen sexo, entonces me
acerqué a Gonzalo y le murmuré "tal vez si me interese no ser yo por esta
noche"- "seguro"- "seee, por los viejos tiempos"-
"bueno, pero que quede bajo tu responsabilidad", "sep, estoy consciente
de lo que te digo"- "ok, está bien"- "de que hablan? - dijo
mi rubia", "nada - respondió Gonzalo- decíamos que acá había mucha
bulla", "¿qué y tienes una mejor idea?- dijo coqueta su
castaña", "Siempre puede haber una mejor idea -dije, recordando mi
tiempos de galán- vamos a mi depa" y ellas, como era de esperarse
accedieron. Tenía yo en contra de todo el buen gusto de mis padres un
Wolkswagen escarabajo rojo convertible, que para mi y para Gonzalo era increíble,
nos montamos en él los cuatro, descubrimos el capote y nos quitamos eufóricos,
picados y cantando como locos canciones como Avenida Larco, para combinar con
ellas, jaja, y música de Pedrito Suarez, para que ellas combinen con nosotros,
hey...
Llegamos, y mientras
Gonzalo preparaba unos tragos para las chicas yo le mostraba a la mía en medio
de la oscuridad cual sería nuestro nido de amor, con la caballeresca excusa de
"¿te muestro el depa?", "y ella respondiendo elegante, dime
quien decoró" y de hecho el depa era un asco, no por feo sino por el
mugrero en el que, Gonzalo, los cuatro gatos y yo, lo habíamos convertido.
"¿Un Pisco
Sour?" le pregunté "sí, claro" respondió ella, con un gesto de
necesidad; le di la copa, y ella fue feliz; la tomé de la mano: "Ven"
y ella se dejo llevar, entramos a mi cuarto y me envolví en ese disfraz
monstruoso en el que me había cobijado por muchos años y que hacía tiempo no
exploraba; deslicé las ligeras tiras de su también ligero vestido, ligera ella también,
habían de combinar, como es obvio. Volcó su rubia cabecita hacia el vacío y me
dediqué a esculpirle el cuerpo con los labios, y ella era feliz, me empujó
cayendo sobré la cama, y envolviose en una danza curvilínea y salvaje; le puse
un CD de The Doors, subí el volumen y ella risueña y excitada, se lanzó sobre y
no paro hasta terminar.
Ya había tenido esta
clase de encuentros como un millón de veces, y como un millón de veces con el
mismo final de sentirme miserable y, por
supuesto, esta no fue la excepción. Cuando conseguí volver en mí, y el efecto
del alcohol se había evaporado de entre mis entrañas; cuando el CD de The Doors
ya no tocaba más y mi rubia monada dormitaba totalmente ida entre mis sabanas,
me sentí un poco traidor, conmigo, con Paloma, con lo inmaculado que había
permanecido mi dormitorio desde la última vez, debió haber sido divertido en
ese momento, pero había olvidado las emociones que tuve a los dos minutos de
haberlas sentido, nada de esto por lo tanto había valido la pena, ¡oh sorpresa!
Le di un par de
empujones y ella despertó a medias: "¿qué pasa?", "ehmmm, si
quieres ya te puedes ir, no tienes que quedarte", "puta me estas
botando??!" - "no webona sorry, es que me siento un poco hasta las
webas", "espera a que amanezca pues!", "está bien"
bueno, aunque lo único que quería era que se fuera, no quería caer en la
atorrancia, dejé que se quedara y me fui a dormir en mi hamaca de la terraza,
que era donde había pasado toda la semana pensando en mi amor, y donde había
llorado por el recuerdo del odio, pero no podía dormir, estaba cansado y no
podía dormir. Comprendí entonces que la soledad me estaba consumiendo,
comprendí que tenía la necesidad de un abrazo, de afecto, cosas a las que le
había sido ajeno desde siempre, porque después de haberlo analizado toda esa
semana caí en la cuenta de que nunca había existido la ternura en mi vida, me
refiero a que con todas las chicas con las que había estado todo había sido o
100% físico o 100% sexual, incluso con Julieta, que aunque lo mío hacia ella sí
había sido espiritual ella nunca me había trasmitido amor. ¡Dios! reaccioné
para comprender que nunca nadie me había amado, y me sentí tan pequeño, tan
vulnerable. Retorné a mi cuarto y me eché al lado de la rubia monada en un
intento de acurrucarme entre sus brazos e intentar sentir siquiera un micro
instante de ternura, de afecto, de calidez, y trataba de alucinar que era
Paloma que me abrazaba. Ella despertó por el movimiento del colchón: "¿qué
haces?", "Por favor abrázame" le rogaba un toque ebrio y de
espaldas a ella, "¿oye, qué te pasa, estas bien?", "si, estoy
bien, sólo... por favor abrázame" puso su mano sobre mi hombro y me hizo
girar, para observar mi rendido espíritu moribundo y descubrir mis ojos que a
la fuerza intentaban no humedecer, "¿dime, que te pasa?" preguntaba
acariciando mi cara que fue extraño, porque me estaba dando lo que quería,
"nada, me he dado cuenta de que estoy solo, nunca te has sentido así de
miserable", "sí, claro que sí, ven vamos a dormir" me dijo dándome
un beso disfrazado de amor pero, igual de vacio al fin y al cabo, no obstante
la ame en ese instante por intentarlo, le di la espalda y me abrazó fuerte
hasta quedarme dormido, me sentí bien, tal vez, por un instante, fui feliz.
A la mañana
siguiente, al despertar descubrí que ya se hayaba levantada vestida y peinada,
colocandose sus aretes, me puse algo de ropa al toque y la seguí hasta la sala
donde ya la esperaba su amiga: "vamos" dijo la castaña,
"vamos" respondió mi rubia "chao chicos, fue divertido"
dijo la castaña "Hablamos Tomy" dijo mi rubia - "Claro, dame tu
número" la miré sonriendo sarcástico, porque conocía su respuesta -
"no te preocupes yo te llamo, ya no te sientas sólo". Dijo sonriendo
dulce, mientras salía por la puerta con su amiga- ¡chao!"-
"ciao" respondí con la misma expresión. Por supuesto eso nunca pasó, y
esa sería la primera y única vez que la vería, y no solo porque así era como
todo esto debía quedar... "¿Qué, te pidió tu número?" preguntó
Gonzalo emocionado, "No", "...", "me voy a
dormir", "hem... si, claro". Igual y ni siquiera recordaba su
nombre.
Capítulo V
Salvación
Esa mañana no
conseguía cerrar los ojos, estaba muy cansado, pero no podía dormir, y eso me
irritaba hasta la ira, me sentía sucio, pesado, me duche diez veces pero no
conseguía sentirme más puro, decidí entonces buscar a Paloma, era sábado y
quizá ella podría estar en el centro cultural.
La busqué como un
loco por todas partes, sentía hormigas en la panza, sentía el corazón explotar,
sentía mi alma flotar, y sentí mis pies dejar de tocar el suelo para comenzar a
tocar el cielo, "¿dónde estás mi amor?", y ella, sin rastro..., subí
a la azotea del centro, que era de una arquitectura antigua, y por fin la
hallé, en la azotea se encontraban un montón de estatuas mutiladas, ella
posiblemente estaría buscando material para reutilizar, "hola..."
ella volteó sonriente, creo que ya reconocía mi voz, porque vi luz en sus ojos grises,
"tan linda..." y corrió hacia mi, y no sé, tal vez fue por mi
soledad, que le tendí los brazos y ella, contra todo pronóstico, me abrazó, un
abrazo fuerte, pesado, emocional, perfecto... y pensé: "En vez de estar
escribiendo cuentos y recordando malos ratos pude haber estado aquí, recibiendo
abrazos todos los días y a toda hora". y le pregunté: "¿oye quieres
salir conmigo?" y ella asentó con la cabeza e hice un ademán para que ella
se cogiera de mi brazo y ella comprendió, y su sonrisota linda se hizo notar
otra vez. Camino a la puerta de ingreso, con mi princesa del brazo, linda y
niña ella, pequeñita y yo larguirucho, flaco, con un abrigo 3/4 que me hacía
aparentar más años de mis hacía poco cumplidos 26, ella parecía mi hermanita
más que mi futura novia y la gente nos miraba, extrañados, boquiabiertos,
espantados, perversos..., y salimos del centro cultural -que se encontraba en
el centro de Lima, por Colmena- a dar una vuelta por ahí, y no es que no se me
ocurriera un lugar más romántico, es sólo que pienso que el centro tiene un
encanto. Pasamos por una librería de esas en la que venden libros viejos y
ella, alucinada navegaba feliz entre aquel universo lleno de historias y le
regalé un comic viejo de esos que yo ni idea de que existían, pero ella fue
feliz, caminando pasamos por una cafetería y le compré un jugo de mango, y ella
otra vez fue feliz, y sonreía y nunca paró de sonreír, pasamos por una tienda
de discos de vinilo y ella se quedó paralizada, extrañada, con los ojitos
perdidos en un disco de Topo Gigio, (a ese si lo conocí) “Topo Gigio
Webona!!!!!” y ella sonrió otra vez con sus pupilas clavadas en mis ojos: “¿vamos
a mi depa a escucharlo?!! ¿quieres?” grite emocionado - sí. Volví a escuchar su
voz, linda, sonriendo -Tomy -sonreí, me estaba hablando y ella nunca hablaba,
me quitó la pluma que tenía en el bolsillo de mi saco y me escribió en la mano,
algo tosca y tratando de ser suave: “me gustas”, y sonreí hasta las lágrimas,
me había sentido tan sólo el día anterior, y tan acompañado después, decidí
nunca más cometer ese error.
Eran como las dos de
la tarde y la llevé a mi depa y Gonzalo que estaba ahí viendo la televisión
sonrió meneando la cabeza: mira Paloma, él es mi pata Gonzalo, Gonzalo sonrió
haciendo una señal de hola con la mano, ella sonrió levemente, y la llevé a mi
cuarto donde tenía un toca discos para ponerle el que había comprado y lo
escuchamos y nos reímos hasta que termino el disco, y luego le puse un par de
películas, nos comimos 2 litros de helado de vainilla con lúcuma, se quedó
conmigo hasta las seis y la llevé a su casa, que quedaba en Barranco, justo a
unas cuadras de donde la había encontrado. E hice todo eso sin molestarme ni
por un instante, porque así ella estaba segura, porque era importante para mí.
Cuando regresé al
depa me cruce con Gonzalo, “Y?, fuiste feliz?” - sí, claro que sí – Bacán, aunque
debo recalcar q eso de llevarte a una flaca a tu cuarto a escuchar a Topo Gigio
me pareció recontra enfermo, incluso para ti jajaja debo decir: que bueno verte
así Tomaz, olvida todo lo de antes – bueno, acerca del ratón… es que era Topo
Gigio webón!!!!! - oye, pero tengo una
pregunta – dime - tú eres consciente de que, o sea, no puedes tener más que una
amistad con esa chibola no? - bueno Gonzalo, hasta ahora entiendo que no,
porque no sé si es capaz de procesar esa idea, yo creo que... depende de ella -
Tomaz, está enferma, no es normal – sí, y por eso me gusta- si yo sé pero, hay
un rango dentro de entre lo fuera de este mundo, pero en todos sus cabales y lo
fuera de este mundo en sentido casi literal, me entiendes - te refieres a que
ella ni siquiera es consciente de su estado o algo así - algo así..., o sea,
ella lo que tiene es una enfermedad, no eligió ser así - pero si fuera tan
grave, tu crees que la dejarían así tan libre, sin cuidado, tenía llave de su
casa - bueno, supongamos que tienes razón, que va a pasar cuando la lleves a
alguna parte y se la presentes a tus amigos, y haga alguna cosa rara, no sé,
como esconderse, asustarse, no hablar, que vas decir?, mi novia la loca? - Gonzalo, que te pasa porque me dices esas
cosas - no, no te las digo de mala manera, solo no quiero que una persona
sufra, o sea ella, porque podrá estar muy inconsciente de lo que pasa, pero
puta... siente manyas, sintió que podía confiar en ti porque por eso es que se
fue contigo, de hecho siente todo lo que las personas sienten hacia ella,
porque huye tanto, porque sabe que las personas la molestan, se burlan de ella
tal vez incluso, y como te vas a sentir tú con todo esto, cuando te miren raro,
cuando ella haga esas cosas raras, dime - bueno Gonzalo, en primer lugar, ella
me importa, podría elegir amarla en este instante, no miento! así que no te rías!,
sabes que hace mucho esa es una palabra que no pronuncio, me gusta por como es
y por lo que es, entonces es ilógico que me avergüence de ella, en segundo
lugar creo que estar con alguien así requiere de personalidad, como usar un
polo de algún color impresionante, para lucirlo bien, necesitas personalidad, y
creo que yo tengo personalidad - no, no, no, en primer lugar no digas que la
amas, apenas la has visto un par de veces! y ni siquiera te ha dicho nada!, así
q no hables webadas, en segundo lugar, Paloma no es un polo de color
fosforescente, es una persona! yo quería escucharte dar una respuesta
inteligente! - no te preocupes mantendré todo bajo control, si se diera el
caso, jamás voy a permitir que nadie le haga daño pues - bueno, te creo, es muy
bonita Tomáz, y también parece muy frágil, y por eso te dije todas estas cosas
- claro, te entiendo, también te las hubiera dicho, a propósito, a que amigos
se la voy a presentar, si tú eres mi único amigo y... ya te presenté, y creo
que todo salió bien - jaja, sí Tomáz, tienes razón, todo salió bien.
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